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Trucos para hacer crecer las pestañas sin caer en las postizas

Cuando vemos que el estado de nuestras pestañas empeora, enseguida acudimos a las pestañas postizas, que arreglan su aspecto rápido y no necesitamos volver a maquillarnos después. Pero no pensamos que esto puede ser contraproducente.

 "Perdemos vello al no tratarlo adecuadamente, ya que las adhesiones o determinados productos de maquillaje evitan que cada pelo transpire, tanto en su longitud como desde el folículo, causando una congestión que lo va debilitando hasta que muere, provocando que aceleremos nosotros mismos ese proceso de debilitación ya de por sí natural con el avance de la edad.

Pero tranquila, porque las extensiones de pestañas no son la única vía para lucir unas de infarto. Hay (mucha) vida más allá de ellas y que garantiza la salud de las nuestras por mucho más tiempo.

Acondicionador

La solución a las pestañas debilitadas pasa por añadir un refuerzo que las revitalice. Una de estas formas es el acondicionador de pestañas. Estos aparecen como un tratamiento completo para el vello de esta zona del rostro.

Aportan volumen y hacen que las pestañas crezcan más rápido. Además, permite moldear la pestaña como se desee, pudiendo crear distintos efectos sin dañarla.

Para usarlo, primero se aplica el acondicionador y después se aplica la máscara, aunque no siempre es necesario. Todo depende del efecto y la intensidad que queramos crear.

Sérum

El sérum de pestañas es otro tratamiento en la misma línea que el acondicionador, aunque con este sí se necesita aplicar máscara después si lo que queremos es realzar la mirada.

Al igual que ocurre con los del rostro, estos nutren de forma intensiva las pestañas. Estos nutrientes que les aportan mejoran su longitud y densifican la fibra capilar a la vez que las protegen contra las agresiones externas. En definitiva, se vuelven más fuertes y se activa su crecimiento.

Aceite de ricino

El aceite de ricino se ha convertido en uno de los ingredientes del momento en el mundo de la cosmética. Y es que está lleno de propiedades.

En concreto, para las pestañas, tiene un poder hidratante y reparador. Además aporta brillo y elasticidad. No se palica directamente en el ojo, sino que se echan un par de gotas en los dedos y después extiende con un ligero masaje sobre las pestañas limpias y secas.

El truco para maquillarlas

Uno de los motivos por los que no notamos un aumento de volumen en las pestañas cuando las maquillamos es porque no lo hacemos correctamente. Se empieza aplicando la máscara sólo en la raíz de las pestañas y se mueve el cepillo de un lado a otro, en un movimiento de zigzag, que servirá tanto para dar más intensidad como para ejercer un ligero "efecto cardado" que les dará más expresividad.

Después recomiendan aplicar una segunda capa, cubriendo por completo desde la raíz hasta las puntas de las pestañas. Y por último una más bajando la mirada para aplicar la máscara solo en las puntas y en las pestañas del ángulo exterior. Este gesto las alarga y realza.

Esta forma de maquillar las pestañas aporta volumen, pero habrá que elegir una máscara que transpire y que no sea densa para que la pestaña pueda oxigenarse y no se caiga o debilite.