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¿Quieres conseguir un pelo mucho más brillante? Entonces, continúa leyendo y descubre los cinco trucos y consejos que te damos para conseguir una melena de infarto.
Un cabello brillante, bonito e hidratado parece un sueño imposible de conseguir. Pero nada más lejos de la realidad. Si le dedicamos el tiempo suficiente y lo cuidamos bien, podemos lograr lucir una melena digna de anuncio.
Después del verano, y tras el efecto de la sal marina, el sol o el calor de las planchas, es normal ver que nuestro pelo se vuelve más seco y pierde brillo. Pero tranquila, ¡todo tiene solución! Te damos algunos trucos para devolverle la hidratación a tu cabello y hacer que brille más que nunca. ¡Toma nota!
El paso más importante para un cabello brillante es mimarlo y cuidarlo al máximo, ¡nunca es suficiente! Sabemos que hay muchas razones por las que el pelo puede perder brillo.
Dos de ellas son el exceso de humedad y la falta de proteínas, que son un problema constante pero de muy fácil solución.
La coloración artificial del pelo, así como los aparatos de calor como el secador, la plancha y las tenacillas, le roban el brillo al pelo y hace que se estropee con más facilidad.
Es importante realizar un tratamiento hidratante una o dos veces por semana, dejando actuar el producto durante al menos media hora.
Puedes hacerlo en casa utilizando aceites capilares, algunas ampollas hidratantes o tu acondicionador habitual.
Cuidar bien el pelo no es lo único que le aporta brillo, también debemos aprender a secarlo de manera correcta.
Es esencial que dejes secar el pelo un poco al aire libre antes de usar el secador o que le quites bien la humedad primero con una toalla, ¡evita usar el secador con el pelo totalmente mojado!
Después, seca el pelo de manera que la corriente de aire vaya desde la raíz hasta las puntas. Así conseguirás que la cutícula de la superficie capilar se cierre y que tu pelo brille más.
Además, no te olvides tampoco de aplicar algún tipo de protector capilar contra el calor.
¿Pensabas que el agua micelar solo podía utilizarse sobre el rostro? ¡Pues estabas equivocada! Este producto tan refrescante y efectivo también existe en productos para el pelo.
De hecho resulta una gran opción a la hora de devolverle hidratación a nuestro cabello.
Un champú, acondicionador o spray que contiene agua micelar limpia en profundidad y elimina las impurezas sin resecar ni resultar agresivo. Nutre e hidrata el pelo de manera rápida y sencilla.
Si quieres un pelo nutrido, brillante y sin apelmazar, no solo deberías seguir los consejos anteriores, también es importante prestar atención a los pequeños detalles.
Si tu pelo es especialmente liso y además ha perdido fuerza después del verano, te recomendamos que empieces a usar un acondicionador en espuma.
¿Sus ventajas? No solo aporta hidratación al pelo, también cierto volumen, evitando así que se nos quede apelmazado.
Aunque te suene a producto un poco raro, lo cierto es que se aplica igual que un acondicionador normal, pero al tener una textura diferente el resultado que obtenemos es distinto.
Al salir de la ducha, intenta no frotar el pelo con la toalla, sino darle suaves toques para quitarle la humedad: coge la toalla y presiona mechón por mechón desde la raíz hasta las puntas.
A la hora de peinarlo, ten mucho cuidado y utiliza un peine de púas gruesas o un cepillo desenredante. ¡El pelo mojado es muy delicado y se daña con facilidad!
Igual que puedes cuidar tu pelo desde fuera, también puedes hacerlo desde dentro. ¿Cómo? ¡Siguiendo una alimentación sana y equilibrada!
Lo que ingerimos influye en la estructura interna del pelo y, por tanto, en su brillo. Se dice que el estado del cabello es un reflejo del estado general en el que nos encontramos.
Una alimentación equilibrada y rica en proteínas, vitaminas y ácidos grasos Omega 3 es vital para nuestro cabello, ya que estas sustancias actúan como una cura desde el interior.
Por ello, en tus platos nunca deberían faltar ingredientes como pescado azul, frutos secos, frutas y verduras.
También es importante dormir las horas recomendadas y estar relajada. El estrés provoca, a la larga, que el pelo se vuelva quebradizo y opaco.