Gastronomía
Esta bebida fermentada milenaria elaborada con té endulzado retorna con fuerza y se impone como la bebida hípster del momento.
Los tés de kombucha están acaparando los estantes en tiendas de alimentos naturales y los consumen a diario famosas como Madonna, Gwyneth Paltrow, Reese Witherspoon o Halle Berry.
La kombucha es una bebida fermentada elaborada con té endulzado y una forma de cultivo específica conocida como “madre de kombucha”, zooglea o scoby. Las bacterias y levaduras transforman el azúcar en etanol y ácido acético. El ácido acético es lo que le da a la kombucha su sabor ácido distintivo.
No hay duda de que el té carbonatado puede ser una buena alternativa a la soda cargada de azúcar y productos químicos. Todos conocemos ya los beneficios de los alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi, el kéfir o el yogur que contienen microorganismos vivos beneficiosos para la flora intestinal.
En concentraciones específicas, las bacterias probióticas pueden ayudar a equilibrar el microbioma intestinal en humanos y mejorar la digestión. Sin embargo, hasta la fecha, no ha habido suficientes estudios para confirmar si la kombucha contiene suficientes bacterias beneficiosas para ser considerada un probiótico efectivo.
Los defensores de este té dicen que ayuda a la digestión, elimina las toxinas del cuerpo y aumenta la energía. Sin embargo, al no haber estudios concluyentes es mejor beberlo simplemente porque nos gusta el sabor y no por cuestiones de salud.
Por otro lado, es evidente que los tés fermentados pasteurizados que encontramos en las tiendas son totalmente seguros, pero carecen de todas las propiedades beneficiosas de aquellos sin pasteurizar.